La negociación del preservativo y qué hacer cuando no puedes negociar.
Entre los peligros de no usar preservativo (o condón) están los embarazos no deseados, contraer enfermedades por transmisión sexual o infecciones vaginales. Pero más allá de lo físico también está la parte emocional. Perder el control de tu cuerpo no es una sensación de alivio y satisfacción, es más bien un abuso, una violación de tus derechos.
Pero hay luz al final del túnel, es decir, podría haber una ley que mejore este tema.
El término en inglés es “stealthing” y California podría ser el primer estado donde quitarse el preservativo sin consentimiento sea un acto ilegal.
La asambleísta de California Cristina García (D) presentó un proyecto de Ley que clasificaría la extracción del condón sin consentimiento como una agresión sexual y permitiría a la víctima presentar una demanda por daños y perjuicios según el código civil del estado. La conciencia sobre este problema aumentó hace unos años cuando Alexandra Brodsky, estudiante de derecho de la Universidad de Yale, escribió un artículo sobre la extracción no consensual del condón que se publicó en el Columbia Journal of Gender and Law donde dice, “muchos lo experimentan como una grave violación de la dignidad y la autonomía ”.
Además de escribir sobre las preocupaciones de las víctimas en cuanto a riesgos como las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados, también afincó su interés por la salud mental. Sobre el trauma emocional escribió: “Los sobrevivientes hablaron no solo de traición, sino del rechazo total de sus parejas de sus preferencias y deseos”. La violación ocurre entre personas que ya tienen intimidad sexual cuando se quita un condón sin consentimiento. La víctima ya ha dado su permiso para algún contacto sexual, y esto a menudo ocurre en una relación existente, explicó Brodsky.
La negociación para usar un preservativo no debería ser un tema negativo, sino una conversación sincera con la persona con quien se va estar de manera íntima. Si le vas a entregar tu cuerpo a alguien, las reglas deberían ser tuyas, ¿o no?
Solo toma una noche, o una mañana, que te contagien una enfermedad venérea como sífilis, gonorrea, HPV, y HIV. Solo toman segundos para que tengas un embarazo no deseado, el cual cambiaría tu vida para siempre y si no tienes el apoyo económico se convierte en una carga pesada. Es cuestión de minutos que se te pegue una infección, ¿Entonces, vale la pena negociarlo? En verdad, no.
No es un favor que te hace a ti el que tu pareja se deje el condón puesto hasta el final, es una responsabilidad para contigo y con él mismo. Es cuidarse los dos y solamente proceder a remover el preservativo cuando la persona con quien se va a tener sexo se sienta cómoda y acepte. No es un juego, es una ruleta rusa.
¿Qué hacer para asegurarte de que el condón estará ahí protegiéndote?
No hay garantías en este tema, pero hay consejos que podrían ayudarte, sin embargo, no vale la pena un momento de éxtasis maravilloso si el resultado es una enfermedad o un embarazo no planeado. Piénsalo.
Una buena idea es que lleves tus propios condones. Los consigues gratis y te llegan a tu casa. También, revisa durante el acto sexual si el hombre lleva puesto correctamente el preservativo. Si es de color brillante, mejor, así no tienes dudas si lo viste bien puesto o no. Hay condones con texturas que también podrían ayudarte a sentirlo si no quieres o puedes ver el miembro masculino durante el sexo. Otra alternativa es pedirle a tu pareja que eyacule encima de tu cuerpo no dentro de tu vagina. Si lo presentas como que es una fantasía tuya, mejor.
Cuidando tu presente proteges tu futuro. Asegúrate de que confías plenamente en la persona con quien estás teniendo relaciones, y si es un extraño, no te confíes. El condón puesto correctamente hasta después de la eyaculación es la mejor manera de tener satisfacción con protección.