¿POR QUÉ LOS AFROLATINXS NO SON BIENVENIDOS EN TODOS LOS ESPACIOS LATINXS?
¿Conocen esa amiga que siempre quiere hablar de política, racismo, feminismo, derechos humanos a todo volumen apasionadamente en la fiesta? ¿A la “única” amiga negrx “hipersensible” del grupo, a quien casualmente siempre le preguntas si le gustó la nueva canción de Naty Peluso, o a quien, sin referirte previamente a San Google le pides que te explique porque es ofensivo un término?
Si, adivinaste bien: soy yo. ¿Estás listo? Te invito a un vino de tu propia alacena y a replantearnos algunos conceptos. “¡¡¡¡No de nuevo, no de nuevo!!!!!” dirán algunos de mi entorno.
En primer lugar quiero aclarar que los afrolatinxs somos latinx y no nos tienen que dar la bienvenida; existimos desde hace siglos, pertenecemos en todos los espacios y estaremos en el futuro.
Ahora bien, si lo que queremos es entender el porqué de la falta de representatividad de los Afrolatinx en espacios latinx y en todos los espacios en general, ¡síganme que esto se va a poner interesante!
Entre 2009 y 2016 varias personas en Buenos aires me comentaron que yo era la primera persona negrx que conocían. Según la gran mayoría, no existen los afro-argentinos.
Esto no es una realidad exclusiva de la Argentina, fíjense que en Estados Unidos donde la población está conformada por más de 14% de afrodescendientes, escuchamos aun frases del estilo: “Primer presidente negrx”, refiriéndose a Obama en 2009, o “Primera Vice presidenta negrx”, al referirse a Harris en 2021 ¡WTF! Pero estamos derrumbando barreras, ¿cierto? ¡Vamos todavía!
Entonces, ¿Porque seguimos sub-representados si gran cantidad del contenido que consumimos en la música, deportes, literatura, cine, política, el activismo y muchos otros campos es de origen afro? Existen varias razones y las principales son el racismo y el colorismo, hijos prodigios del colonialismo y el neocolonialismo.
Ban Ki-moon mismo, ex Secretario General de la ONU, dijo: “La discriminación de que son objeto los afrodescendientes es perniciosa. A menudo, están atrapados en la pobreza en gran medida a causa de la intolerancia, y encima se utiliza la pobreza de pretexto para excluirlos todavía más. Muchas veces, no tienen acceso a la educación a causa de los prejuicios, y luego se alega su insuficiente instrucción como motivo para negarles puestos de trabajo. Estas y otras injusticias fundamentales tienen una larga y terrible historia, incluyendo la trata de esclavos transatlántica, cuyas consecuencias aún se hacen sentir hoy día”.
Uno de los grandes problemas a la hora de tratar el racismo es que la gran mayoría piensa que debe ser exclusivamente evocado en ámbitos de personas negrxs o de color, cuando en verdad no lo es. Si bien las personas de color, evidentemente, somos los que principalmente padecemos de las consecuencias del racismo y por ende es imperioso de que se nos escuche, esto último no solucionara el problema per se.
Las personas de color podríamos trabajar contra reloj todas nuestras vidas pero no llegaríamos a solucionar ni erradicar el racismo. ¿Te preguntarás porque?
El hecho de que no se nos vea y que no estemos representados en todos los espacios, es por causa de un sistema creado para este propósito. Hay que entender que ser afrolatinx no es una limitación, el color de nuestra piel no es lo que nos impide ocupar espacios. La verdadera barrera es la supremacía blanca. Es importante nombrar los sistemas de opresión si queremos derrumbarlos, esas son sin duda las barreras.
Mientras que los que se benefician no estén dispuestos a sacrificar los privilegios que derivan del racismo, éste no desaparecerá.
Además, estoy convencida que es simplemente cruel imponer a las víctimas la tarea de desmantelar un sistema de opresión que los deshumaniza y excluye. Es cierto, que lo venimos haciendo desde siempre, pero eso no quiere decir que no se tenga que cambiar y que no podamos ser mejores como sociedad.
En muchos espacios de mi vida cotidiana, sigo siendo la única persona negrx del salón, o sino, una de las pocas. Es común que a la hora de tratar asuntos relativos al racismo y a la discriminación la gente tienda a referirse a mí. Como dije al principio, me fascina hablar y trabajar sobre este tema, sin embargo es impactante que el resto del mundo perciba al racismo como ajeno, ya que en múltiples ocasiones son los que cometen voluntariamente o involuntariamente actos de racismo y permiten su persistencia.
Reformulemos la pregunta y dirijámosla a las personas blancas latinxs o blancas en general ¿Les llama la atención al entrar en un salón que solamente haya personas blancas? ¿Se cuestionan en algún punto el rol directo o indirecto que ustedes puedan haber tenido en que persista esta situación? ¿Y si no tienen responsabilidad alguna, se han preguntado cómo generar espacios más diversos e inclusivos?
Opino que para erradicar el racismo, se necesita honestidad, que cada uno reconozca su parte de responsabilidad, intencionalidad, que haya una real intención de terminar con el problema y lo más difícil, sacrificio de todos los que se benefician de esta situación, y cedan parte de sus privilegios.
Es igualmente imperativo hablar del colorismo, una variante del racismo que existe dentro de las mismas comunidades de color. Las raíces del colonialismo en las Américas son tan profundas que han logrado que dentro de nuestras propias comunidades lleguemos a odiar nuestro color de piel, nuestro pelo o cualquier característica física particular asignada a las personas de color (nariz ancha, labios pulposos), beneficiándose por otra parte a las personas que tengan rasgos que se aproximan más al blanco.
Yo soy de Haití nación siamesa de la República Dominicana. El colorismo no es un fenómeno ajeno a ninguna de las apartes de la isla. De hecho, a pesar de que afecte a un lado de la frontera más agudamente que la otra, todos hemos sido víctimas de él y más de una vez hemos sido partícipes activos de su perpetuación.
El racismo no solo tiene consecuencias visibles y cuantificables sino que también afecta a la salud de quienes son víctimas del mismo, principalmente su salud mental. Asimismo, muy brevemente, quiero referirme a que tampoco es casual el hecho de que el COVID-19 impacte desproporcionalmente más en las comunidades de color y que exista una desigualdad en acceso a las vacunas y tratamiento en regiones donde las poblaciones son predominantemente afro o de color, ya que muchas de estas, viven en situación muy desfavorizada.
Existe aún tanta violencia contra los cuerpos negrxs, que como mujer negrx tengo que auto-recordarme todos los días, la importancia, no solo de mi existencia como tal, sino lo imprescindible que es el amarme ferozmente e imponerme en todos los espacios que ocupo. Porque ser negrx y respirar en este mundo es simplemente un acto de revolución.