Lo peligroso del VIH es el estigma. Encuentro que la mejor manera de eliminar estigmas del VIH es cuando se habla con naturalidad. Se recomienda una prueba anual y así fue que detecté el VIH en el 2018. Compartía con mis padres y amigos; hablábamos libremente para hacernos la prueba del VIH en un día de playa. Dos semanas después, recibí mi resultado Positivo al VIH. El estigma afectó la confianza en mí y en mis capacidades, también afectó la confianza en mi familia. Me aislé y me privé de disfrutar del sexo mientras tenía mis dudas sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento una vez lo comenzara.
El estigma me llevó a revelar mi diagnóstico y hablando del VIH tengo la oportunidad de ser Embajador de la campaña de los CDC, Detengamos Juntos el VIH.
Todas las personas tenemos un estatus de VIH, solo que hay algunas personas que viven con VIH y no conocen el suyo aún. En Estados Unidos se estima que 1 de cada 5 personas con VIH desconoce su estado. Tomando mi medicamento a diario, mi estatus de VIH pasó a ser: Positivo Indetectable. Indetectable es igual a Intransmisible (I=I). Significa que no hay riesgo de transmisión porque mi carga viral es muy baja gracias a la efectividad del tratamiento. El acceso a pruebas de VIH, materiales de prevención y el acceso a tratamiento es un derecho humano fundamental. Me tomó 8 meses entender que había tomado el control de mi salud desde el día que me hice la prueba del VIH. Que ya no había riesgo de transmisión aún viviendo con VIH.
Sentía un deseo de revelar mi diagnóstico y la sensación era desagradable, como si estuviera guardando un secreto o estuviera engañando a mis seres queridos. No me agradaba sentir que escondía algo de mí. El estigma me hacía pensar que algo en mí no estaba bien, que le haría daño a otras personas y que debía alertarles de mi estatus de VIH, aunque fuera Indetectable.
Hablar abiertamente del VIH abre espacio a conversaciones donde se intercambia conocimiento valioso. Se pueden corregir mitos o creencias falsas sobre el VIH. Revelar mi diagnóstico positivo ha sido una manera de eliminar estigmas en otros y en mi mismo. Hacerlo es una decisión personal. En este proceso recomiendo contar con una buena red de apoyo de confianza y ayuda psicológica. La salud mental afecta nuestro sistema inmune al estar en los constantes estados de ansiedad, estrés y depresión que puede traer el VIH.
Cada persona tiene un papel importante para detener el estigma del VIH. El apoyo, la atención, la escucha activa y la comprensión ayudan a eliminar la discriminación y el estigma. Promover un espacio seguro para que las personas se hagan la prueba del VIH, comiencen con su tratamiento o se mantengan adherentes al mismo. El estigma es una de las más grandes barreras para acceder a educación, métodos de prevención y de tratamiento del VIH.
Se basa en prejuicios existentes en nuestra sociedad como la raza, el género y sexo. Puede verse cuando se piensa que el VIH afecta a un grupo de personas como, por ejemplo, personas que tienen sexo con personas del mismo sexo, personas transgénero, trabajadores sexuales y personas que usan drogas. Cuando se tienen estas asociaciones no se consideran a las personas que nacen con VIH, perpetuando el estigma.
Las palabras que utilizamos son importantes, debemos velar por el lenguaje que utilizamos. Cuando hablamos sobre el VIH, ciertas palabras o frases pueden tener un significado negativo para las personas con alto riesgo de contraer el VIH o que tienen el VIH. El autoestigma o el estigma internalizado que experimentamos las personas que vivimos con VIH viene de nuestros propios juicios. Miedos, desinformación y prejuicios de la sociedad, que aceptamos como nuestros; creemos que son ciertos.
Para eliminar el estigma, educar sobre los métodos de transmisión y el lenguaje ayuda a entender que el VIH no se transmite por besos y abrazos como se pudiera pensar al usar la palabra “contagio”. Cuando se recibe un diagnóstico positivo al VIH, puede que le tome un tiempo asimilar la noticia. En algunos casos, las personas que rodean a quién recibió el diagnóstico de VIH también pueden necesitar espacio. El rechazo, el miedo de adquirir el VIH y el miedo a la muerte continúan haciendo daño como parte del estigma y esto no tiene porqué ser así.
Es común el sentimiento de culpa, fracaso, frustración y vergüenza por estigmas internos, por eso es importante el cuidado de la salud mental. Mis padres y amistades ayudaron mucho en el proceso. Se educaron y me apoyaron desde un inicio. No todas las personas que vivimos con VIH han podido experimentar apoyo al revelar el diagnóstico.
Pienso que una manera de eliminar estigmas desde el hogar es que los padres lleven a sus hijos e hijas a hacerse la prueba del VIH por primera vez como se hace para sacar la licencia de conducir, así de normal. En la realidad, puede ser un tabú para muchas familias el hablar de prevención de ITS o del VIH. La educación sexual es importante porque nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestras prácticas y cómo podemos prevenir el VIH y otras ITS.
Vivir con VIH tiene sus maneras únicas para hacer que el estigma nos duela menos o no nos afecte. Para eliminarlo, necesitas aceptación y solo de ti. Vamos entendiendo nuestro proceso y le vamos amando. Cultivarás el amor propio y estarás pendiente a que cada uno de tus pensamientos hablen bonito de ti. No dejes que el estigma sabotee la manera en que te percibes, al final eres tú quien sabe lo que vales.
Cuando hablamos de VIH hablamos también de comunidad. Las personas que vivimos con VIH somos hijos, trabajadoras, hermanos, compañeras de trabajo y más. Somos parte de una gran comunidad, debemos buscar cuidarnos. Como embajador de la campaña de los CDC Detengamos Juntos el VIH, te invito a que accedas al enlace cdc.gov/juntos donde puedes encontrar información sobre el estigma, realizarte la prueba del VIH, métodos de prevención y tratamiento del VIH. Esta campaña tiene recursos impresos y digitales disponibles para educarte y listos para compartir con tu comunidad. Nadie merece vivir sintiendo miedo, culpa o en silencio, por eso el VIH se vive y se habla.