Como alguien que ha atravesado los altibajos de la salud sexual, quiero compartir mi experiencia con PrEP (profilaxis preexposición) y PEP (profilaxis posexposición). Estas dos poderosas herramientas han cambiado mi perspectiva sobre la prevención del VIH y me han dado el poder de tomar el control de mi salud.
¿Qué es PrEP?
PrEP es un medicamento diario que puede reducir el riesgo de contraer el VIH en más del 90 % cuando se toma de manera constante. Para mí, esto fue un cambio radical. Como hombre gay que vive en Washington, D.C., me di cuenta de que estaba en una categoría de alto riesgo, y comprender PrEP me permitió ser proactivo en cuanto a mi salud sexual.
¿Qué es PEP?
PEP es una intervención de emergencia que debe iniciarse dentro de las 72 horas posteriores a una posible exposición al VIH. Implica tomar medicamentos antirretrovirales durante 28 días, y aprendí que es vital para situaciones en las que crees que puedes haber estado expuesto al VIH, como tener relaciones sexuales sin protección o sufrir un pinchazo con una aguja. Si bien nunca necesité PEP, saber que está disponible me brinda una capa adicional de seguridad.
Mi experiencia con PrEP
Seré honesto: antes de enterarme de PrEP, me sentía abrumado por los riesgos asociados con el VIH. Tenía amigos que estaban afectados y pensaba: “Nunca podría pasarme a mí”. Pero la realidad es que el riesgo es real, especialmente en una ciudad donde las tasas de VIH son más altas entre los hombres homosexuales.
Todo cambió cuando asistí a una feria de salud comunitaria. Escuché sobre PrEP y me sentí intrigado, pero también nervioso. Mi mente se llenó de preguntas: ¿Qué pasaría si experimentaba efectos secundarios? ¿Mi seguro lo cubriría? ¿Qué pensarían mis amigos?
Con el apoyo de un centro de salud LGBTQ local, decidí programar una cita. El proveedor de atención médica se tomó el tiempo para explicarme cómo funciona PrEP, la importancia de las pruebas periódicas y la necesidad de un uso constante. Salí de esa cita sintiéndome empoderado; tenía una opción para cuidar de mi salud sexual.
Ahora, he estado tomando PrEP durante más de un año, y se ha convertido en parte de mi rutina diaria, al igual que cepillarme los dientes. La tranquilidad que me da me permite disfrutar de mis relaciones sin la preocupación constante del VIH.
Derribando barreras
Mi experiencia resalta la importancia de la educación y la accesibilidad cuando se trata de PrEP y PEP. Muchas personas en la comunidad LGBTQ pueden dudar en buscar estas opciones debido al estigma, el miedo o la falta de comprensión.
En Washington, D.C., hay numerosos recursos disponibles para aquellos interesados en aprender más sobre PrEP y PEP. Las clínicas locales brindan asesoramiento, pruebas y apoyo para quienes están considerando estas medidas preventivas.
Reflexiones finales
Entender PrEP y PEP es crucial en la lucha contra el VIH. A medida que más personas se informan y empoderan, podemos trabajar para reducir el estigma y mejorar los resultados de salud sexual dentro de la comunidad LGBTQ y más allá.
Si estás interesado en explorar PrEP o PEP, no dudes en comunicarte con los proveedores de salud locales para obtener más información. Recuerda que hacerse cargo de tu salud sexual es un paso fundamental para lograr una vida más saludable y plena.
Para obtener más recursos, visita el Departamento de Salud de DC o comunícate con organizaciones de salud LGBTQ locales que puedan brindarte apoyo y orientación adaptados a tus necesidades.