Todos los días alguien es diagnosticado con VIH, incluidos aquellos con “riesgo no identificable”. Hoy en día tenemos medicamentos innovadores que pueden evitar que el virus se transmita o se contraiga, incluso si se cree que no se está en riesgo. El VIH es una de las pocas infecciones de transmisión sexual que ahora se puede prevenir en un 99% con medicamentos y podemos poner fin a esta epidemia a través de la accesibilidad de recursos e información.
El primer paso para mantener la seguridad propia y la de los seres queridos es hacer conciencia sobre la importancia de mantenernos sanos a través de revisiones médicas periódicas, acostumbrarnos a ser preventivos más que reactivos y a compartir con aquellos que nosotros más queremos nuestro estado de salud emocional y físico, porque no estamos solos en esto.
Aproximadamente 1.2 millones de personas en Estados Unidos tienen VIH y alrededor del 15 por ciento de las personas de 13 años o más con VIH no saben que lo tienen.
Esta última cifra me parece verdaderamente alarmante por varios motivos, pero el principal es que esas personas que no saben que son portadoras del virus se están perdiendo la oportunidad de iniciar con un tratamiento temprano, que les podría permitir tener una mejor calidad de vida y evitar transmitirlo.
Hoy en día, una persona de 20 años con VIH que comienza el tratamiento temprano puede esperar vivir hasta más de los 70 años. La enfermedad, que ataca el sistema inmunitario, puede controlarse con medicamentos antirretrovirales modernos.
Los últimos 40 años de avances nos han dado medicinas que funcionan y que cuando se toman correctamente, evitan que se transmita el virus o que se contraiga a través de relaciones sexuales o incluso drogas intravenosas. Estos tratamientos pueden hacer que el virus sea “indetectable” en tu cuerpo, lo cual significa que ni siquiera los análisis de sangre pueden encontrarlo. Cuando la medicina hace que el virus sea indetectable, es prácticamente imposible transmitirlo a otros.
Hay que saber si somos portadores del virus aún cuando consideremos que estamos fuera de riesgo, sobre todo para poder proteger a los demás y en un futuro poder erradicar completamente esta epidemia. Con los números del VIH aumentando, hacerse la prueba es el primer paso para protegerse uno mismo y en consecuencia a nuestros seres queridos.
Si estás interesado en conocer más acerca de la prueba, te sugiero que visites nuestro apartado de “¿Por qué la prueba?” en el menú principal de este portal, ahí podrás encontrar más información de porque es importante ser preventivo respecto a este tema y ubicaciones donde podrías hacerte la prueba.
Adicionalmente existen otros tratamientos como el PrEP y el PEP que pudieran ser de mucha ayuda antes y después de haber estado expuestos.
PrEP
(profilaxis previa a la exposición)
Asegúrate de hablar con un proveedor de atención médica y pregunta sobre los medicamentos comúnmente conocidos como “PrEP”. Es una píldora fácil de usar, está cubierta por la mayoría de los seguros y es una parte importante del cuidado personal de muchas personas.
* Si se toma PrEP a diario, es muy eficaz para prevenir el VIH proveniente de las relaciones sexuales o el uso de drogas inyectables
* Considera usar PrEP si eres VIH negativo y has tenido relaciones sexuales en los últimos 6 meses
* También cuando no has usado condón constantemente
* Cuando has sido diagnosticado con una ETS en los últimos 6 meses, o;
* Tienes una pareja sexual con VIH
* PrEP también se recomienda para personas que se inyectan drogas o que comparten agujas, jeringas u otros equipos de inyección.
PEP
(profilaxis posterior a la exposición)
El VIH se puede prevenir después de haber sido expuesto, como una pastilla del día después. Si crees que puedes haber estado expuesto al VIH, llama a un proveedor de atención médica y solicita los medicamentos comúnmente conocidos como “PEP”. Usar los medicamentos hasta 72 horas después de la exposición puede evitar que contraigas el VIH.
Si has leído hasta aquí, te habrás dado cuenta que existen varias alternativas que pueden ayudar a ir reduciendo los niveles de contagios o transmisiones de este virus. Lo más importante es siempre estar informados, no tener miedo de dar ese primer paso y hacerse la prueba, porque solo cuando sabes que le está pasando a tu cuerpo puedes obtener el tratamiento que necesitas, protegerte a ti y proteger a los demás.
Recuerda que juntos podemos ganarle al VIH!